
El pasado domingo 28 de mayo falleció Antonio Gala en el hospital Reina Sofía de Córdoba. Escritor, poeta, novelista, dramaturgo y articulista son pocas palabras que definen su paso por la polifacética vida como figura cultural e icono de la literatura española.
Superventas del escritor rodeado de prejuicios
El dramaturgo Antonio Gala fue conocido por su arrolladora personalidad en una época que no conocía de libertades. Su recorrido comenzó a una edad temprana, concretamente a los cinco años cuando escribió un relato corto y dos años más tarde escribiría su primera obra teatral.
Con un bastón en la mano avanzaba pese a las posibles críticas del camino. Fue un hombre que destacaba por sus poemas relacionados con el amor, el deseo y la pasión. Adoraba sus a perros, algo que antiguamente era estigmatizado porque se consideraba un rasgo típico de una persona neurótica que no sabía tratar con otras personas.
Gala era superventas y adorado por el público femenino. Era una persona polifacética que resultaba atractiva por su manera de escribir e ir a contracorriente. El andaluz, no ocultaba su acento y nunca se avergonzó de mostrarlo aunque, una vez más, se estuviera estigmatizando como una característica de persona inculta.
Una fachada de defensa
Se trataba de una época en la que ningún escritor podía mostrar libremente su homosexualidad por miedo a perder sus ventas. Pasó desde las críticas hasta las especulaciones acerca de su orientación sexual convirtiéndole en una persona difícil de entender. En ocasiones por la fachada de defensa que trataba de frenar esas cuestiones retrógradas de las sociedad.
El lenguaje era su principal forma de defensa, la respuesta que daba ante determinadas preguntas y cuestiones sociales. En sus frases se mostraba lo complejo de su personalidad y lo difícil de vivir en una sociedad que te limita.
Nunca he vivido en un armario, siempre he tenido vestidores, pero debe ser horrible’’. (1980)
Achacó Gala.
En múltiples respuestas dio a entender su orientación. Sin embargo, sus respuestas ante las preguntas más comprometidas se vieron perjudicadas por los estigmas sociales y homofobia de los años 80.
Fue duramente criticado y desprestigiado por el público debido a su forma de ser: por hablar andaluz, por ser homosexual y porque era leído por mujeres. En definitiva, solía caer mal en determinados entornos en los que abundaba el prejuicio y el desentendimiento de la libertad sexual.
Fundación Antonio Gala
Fundada en 2002 para jóvenes creadores. Una institución sin ánimo de lucro hecha para incrementar la creación artística y cumplir con el deseo constante de seguir creando.
En 2016 Antonio Gala estuvo ayudando a Iván Canet, un alumno que quería publicar su primera novela con temática LGTB. Gala acudió a la presentación del libro 305 Elizabeth Street. Una novela que encontró su impulso a través de la Fundación Antonio Gala.
Canet comentó: ‘’Lo ideal seria poder tener una literatura que toque temas o personajes LGTB no como un tipo de literatura, sino como algo normalizado’’. Antonio Gala estuvo apoyando al novel escritor desde el minuto uno y declaró: ‘’pienso empezar a leer el libro esta misma noche’’.
Obras más destacadas de Gala
En cuanto a sus novelas su mayor éxito fue La pasión turca (1993) una autobiografía ficticia del último rey nazarí. La ganadora de un Premio Planeta y su primera novela El manuscrito carmesí (1990), la historia rutinaria de amor entre una profesora española de Bellas artes y su marido. La regla de tres (1996) fue una obra basada en la bisexualidad.
En teatro destacaron las obras Los Verdes Campos de Edén (1963) una redención sobre un espíritu libre, Anillos para una dama (1973) y Petra regalada (1980).
Los poemas que más recogían partes del corazón de Gala fueron Enemigo íntimo (1959) con la que ganó un premio Adonáis. Poemas de amor (1997) un recopilatorio de poemas románticos del autor y El poema de Tobías desangelado (2005).