Cine

Udo Kier, el icono gay, actor y fetiche de Warhol triunfa con ‘Swan song’

Este actor que ha participado en más de 200 producciones triunfa con 'Swan song' consiguiendo por fin, y a sus 77 años, el reconocimiento que se merecía

El actor afirma no recordar las veces que le ha tocado interpretar un papel de personaje malvado. Dice además no recordar en cuántas de las películas que ha podido trabajar son malas o son un trabajo muy simple.

“Soy alemán, soy gay… asumo que me toque hacer del mismísimo Hitler” comenta Udo Kier –Colonia 1944-.

Los últimos títulos en los que ha aparecido han sido en la serie Hunters y en My Neighbor, Adolf, que aún están pendientes de estreno.

Pero lo que le ha llevado al clamor y reconocimiento de la crítica ha sido su interpretación como el peluquero Pat Pitsenbarger en Swan song del director de cine Todd Stephens, que ya podemos ver en Filmin.

El éxito como actor le ha llegado a sus 77 años, al recibir la noticia sobre su candidatura para los premios del cine independiente Spirit Awards. Además, los 60 años que acumula Udo Kier de experiencia en el cine podrían hacer que fuera una de las grandes apuestas de este año por los Oscar.

“Se hace raro recibir una oferta de protagonista, pero lo asumo con naturalidad. Para mí, lo importante siempre ha sido pasármelo bien. Nunca he sentido que el cine fuera mi profesión. Jamás me he formado como actor, nunca he pisado una escuela de interpretación y si sintiera que el cine fuera una obligación perdería todo el interés para mí”, comenta sobre lo encantado que se encuentra con su trabajo.

Swan song

Ahora y tras mucho años de trabajo encarna a un hombre encerrado en lo que parece una residencia. Un buen día se le encarga que peine y maquille a una de sus antiguas clientas que por desgracia ha muerto recientemente. La cámara se detiene en los ojos penetrantes de Udo Kier y ahí comienza todo.

“Me lo tomé muy en serio: me interné en una residencia de ancianos, me fui al pueblo de Pat a conocer a sus amigos… Sentí que su vida fue un poco la mía. Recuerdo cuando ser homosexual era algo prohibido, oscuro y peligroso. Eso ya no ocurre y la gente no se da cuenta del calvario que hemos pasado. Yo he sido un hombre afortunado en todos los sentidos, pero sobre todo lo  he sido por estar vivo y poder contar lo que fue aquello. A muchos de mis amigos se los llevó el sida”, comenta emocionado y enérgico ante las nuevas oportunidades que podrían llegar tras Swan song.

El camino hasta la fama

Todo comenzó por pura casualidad, nadie le obligó a hacer nada. Su punto de partida fue en 1973: “Ya había hecho algo, pero era muy dudoso que me pudiera considerar a mí mismo actor. El caso es que en el avión camino de Roma entablé una conversación con un desconocido. Me preguntó a qué me dedicaba y le dije, a falta de nada mejor que decir, que era actor. Me dio su tarjeta y poco después, para mi sorpresa, me llamó”, recuerda su historia, el comienzo de su gran carrera.

El pasajero que le abrió las puertas a la interpretación no era otro que Paul Morrisey. Con Frankenstein y Sangre de Drácula dio el pistoletazo de salida hacia la cima. “Conocer a Morrissey me llevó a conocer a Andy Warhol y todo cambió en mi vida”.

Afirma que le quedan muchas cosas que hacer, como por ejemplo: “Nunca he sido de los que piden trabajo… Pero ¡cuánto me gustaría trabajar con Almodóvar!”. 

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