La semana pasada, Pixar dio a conocer el esperado avance de Luca, su nuevo film que se estrenará en cines (y en Disney+, imaginamos) en junio de este año.
Todo comienza en el idílico verano de una pequeña aldea de la Riviera italiana (con una reminiscencia al trazo de Hayao Miyazaki) donde dos niños y una niña juegan y se divierten. Esto podría no llamarnos la atención, salvo por un “pequeño detalle”.
Los dos chicos tienen un accidente y caen al agua, revelando su verdadera identidad: ¡Son gays! Digo, ¡sirenos! Y, según la voz del propio protagonista, “nadie puede enterarse”.
En ese momento, la música cambia. Por un instante, deja de ser feliz (y, digámoslo, algo romanticona). Y, el tráiler corta a planos detalles de diversos cerámicos y frisos del pueblo que retratan la persecución de los sirenos a lo largo de la historia, concluyendo con dos -para nada simpáticas- viejitas que miran a cámara (como si se tratara de una entrevista) y rezongan.
Está todo más que claro, Pixar quiere sacar del armario a estas dos criaturitas y lo hace en un entorno machista y patriarcal (la Italia que ya habíamos visto retratada en “Call me by your name” de Luca -que casualidad- Guadagnino).
Ahora, la gran pregunta que nos hacemos es ¿se animará Pixar a estrenar algo más que una alegoría a la amistad entre dos chicos o todo quedará en una tibia metáfora apta para padres conservadores?
Si fuera por Pixar…
El estudio de animación, propiedad de The Walt Disney Company, viene amagando con salir del armario desde hace varios años. Sin embargo, papá Walt le ha dejado bien en claro que cualquier avance en la diversidad sexual de sus personajes tiene que ser paulatino (y ya un poquito al extremo).
No nos olvidemos del fiasco que resultó Frozen II en donde Elsa se vio obligada a ‘soltar’ sus poderes “mucho más allá”.
No perdamos la esperanza: Pixar ha demostrado ser el hijo rebelde de la familia Disney y nos regalado algunos bellos personajes LGBT+ en sus últimas producciones.
La pareja de chicos gay que protagonizan su corto Out (paradójicamente, el corto no está disponible en Disney+ para menores de 14 años) y la oficial Specter de Onward, abiertamente lesbiana (salvo para algunas tramposas traducciones).
Es probable que, lamentablemente, no veamos un beso entre los sirenos (como sí sucedió en el bellísimo cortometraje In a Heartbeat). Sin embargo, la trama de “Luca” lo dice todo: el coming-of-age de dos niños que intentan vivir en plenitud en un mundo que no acepta lo que son, que los ve como monstruos, y que tienen que sobrevivir juntos. Lo único a lo que temo es a la mirada conservadora -sobre todo de familias católicas- que, en los meses que restan hasta el estreno de la película, logren que esa niña que aparece en el tráiler termine convirtiéndose en la novia de alguno de los dos protagonistas.
Ojalá que, por primera vez, Disney levante la bandera de la nueva generación de niñes para un mundo más tolerante y diverso. Estaremos atentxs.