
Cuando creíamos que lo habíamos visto todo, llega la película Pink, lo peor de lo peor en cuanto al trato de la homosexualidad por personas que a simple vista son humanas, pero que nada más lejos de la realidad.
Estamos acostumbrados a ver cómo los estereotipos de gays afeminados llenan nuestras pantallas y cuando no es el gracioso de la película o serie es el dramaqueen depresivo.
Pues bien, en Pink, es peor todavía. Un elenco de actores que interpretan a homosexuales afeminados llevados al extremo (porque todos quieren ser mujer). Podemos encontrar joyas como que por supuesto uno se muere de sida porque es gay o que las parejas homosexuales no deberían adoptar o que al relacionarte con gays también te conviertes en uno de ellos.
Lo peor no es que su director ultrahomófobo, el mexicano Paco del Toro, grabe (y le permitan dirigir) este tipo de barbaridades en contra de toda una comunidad, lo peor es que en su estreno fueron a verla 26.000 espectadores convencidos del claro mensaje de la película y que, por supuesto, Dios puede curar la homosexualidad.
Las declaraciones de este director sobre Pink te dejarán perplejo: “No he hecho una película contra las personas con sentimientos homosexuales, sino sólo para poner en guardia respecto a la adopción. Los niños no deben ser trofeos de la militancia gay, en la adopción deben prevalecer los intereses del menor. No sólo por el derecho del menor a tener un padre y una madre, sino porque un niño absorbe como un esponja los usos y costumbres del hogar.
Encima de todo, el actor principal, Pablo Cheng, homosexual en la vida real, defiende este tipo de película y la no adopción de menores por parte de gays (pequeño favor le estás haciendo a la comunidad gay querido Pablo).
Es incompresible que la Iglesia Católica prohiba que se proyecte la película Weekend en toda Italia porque dicen que es indecente (dos chicos que mantienen un encuentro sexual después de conocerse en la discoteca) pero que no prohiban que se proyecte Pink con todo el daño y odio que hace a una gran parte de la sociedad. Ees más, la defienden como libertad de opiniones, incluso con todos los ataques que según ellos sufren por el Lobby gay…curioso (y repugnante).
Desde Togayther, rechazamos la homofobia de la película PINK y apoyamos al Director de Weekend Andreu Haigh para que se pueda proyectar su película en todos los cines. Y a quien no le guste ver a dos chicos teniendo relaciones pues que no vaya al cine, es más, visto así, que no salga de casa y siga viviendo en la Edad Media.
Tráiler de Weekend: