
Tras dirigir 21 películas, Pedro Almodóvar ha conseguido el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia por su trayectoria. Una carrera en el cine en la que el director manchego ha conseguido el reconocimiento del público a nivel internacional. Prueba de ello son los premios que alberga entre los que destacan dos Oscar© (Todo sobre mi madre y Hable con ella), dos Globos de Oro, varios BAFTA y unos cuantos Goya.
Las películas de Almodóvar son el retrato de una España moderna. Prueba de ello es la diversidad que reflejan todos los personajes que el manchego ha creado a lo largo de su carrera. Si con Entre tinieblas (1983) Almodóvar creó discrepancias entre los miembros del jurado del Festival Internacional de Cine de Venecia, también fue el filme con el que se dio a conocer mundialmente. La historia de unas monjas peculiares entre las que corría la heroína y hasta un tigre como animal de compañía fue aplaudida a la vez que vilipendiada por la crítica de la época.
Asimismo, la mítica Mujeres al borde de un ataque de nervios llevó por primera vez al joven manchego a Los Ángeles para asistir a la ceremonia de Los Oscar. Aunque no pudo llevarse el título de mejor película extranjera, esta nominación sirvió Almodóvar para que su nombre se recordara más allá «del charco». Sin embargo, el reconocimiento del jurado de Los Oscar le llegó con Todo sobre mi madre. ¿Quién no recuerda a Penélope Cruz saltando de alegría cuando leyó el nombre del director que la había hecho saltar a la fama?
Todo sobre mi madre es una de las primeras películas españolas donde se habla de transexsualidad con naturalidad. Es cierto que en la primera década del 2000 aún los estereotipos sobre el colectivo LGTB+, y más aún por el transexual estaban presentes en el cine, incluso en el de Almodóvar. Sin embargo, La Agrado (Antonia San Juan) se ha convertido en un personaje fundamental en la historia del cine.
Aunque Todo sobre mi madre lanzara a Almodóvar al estrellato internacional, es cierto que, en lo referente al cine español diverso, La ley del deseo (1987) marcó un antes y un después. Carmen Maura, Antonio Banderas, Eusebio Poncela y Antonio Molina son los protagonistas de un verdadero «drama queer» que le valió al manchego el reconocimiento de la crítica en el Festival Internacional de Berlín.
Tacones Lejanos (1991) es otra de las maravillas que Pedro Almodóvar ha aportado al cine español LGTB+. Un drama con tintes policiacos en el que descubrimos a un Miguel Bosé que interpretaba a la perfección a su personaje: una drag queen llamada Femme Letal, que aportó visibilidad y reconocimiento al arte drag.
En las creaciones más actuales, Almodóvar ha aportado una fuerte crítica a la sociedad. Con La mala educación (2004), el cineasta hizo estremecerse a toda la Iglesia Católica, en una época en la que se destaparon infinidad de escándalos de abusos sexuales a niños en los colegios e iglesias católicas en el mundo. Con Los amantes pasajeros (2013), Almodóvar hizo comedia queer de calidad, de la que siempre recordaremos el escéntrico baile de la tripulación. Y no podemos olvidar la creación más reciente: Dolor y Gloria (2019), en la que el director manchego se desnuda para mostrarnos un poco de su vida, de su infancia, de su descubrimiento personal de la sexualidad y, en definitiva, de su alma.
“No he pretendido cambiar el mundo. Aunque sí he tratado de explicar el mío, siempre con absoluta libertad, independencia e inocencia. Todos mis personajes, ya sean travestis, transexuales, amas de casa o monjas, gozan de autonomía moral”.
Y es que, aunque Almodóvar no ha cambiado el mundo, sí ha creado personajes con los que nos hemos sentido reflejados y que han podido cambiar, en parte, la historia del cine mundial.