Cine

Estereotipadxs en el cine

La representación del colectivo LGTB+ en el cine siempre ha sido muy escasa, e históricamente, cuando han aparecido personajes no heterosexuales, se han caracterizado mediante un sinfín de estereotipos

Aunque la representación del colectivo LGTB+ en el cine es cada vez mayor, no es suficiente. Películas como Call Me By Your Name o Carol han dado la falsa sensación de que nuestro colectivo se encuentra totalmente integrado en las producciones audiovisuales, tanto internacionales como nacionales. Sin embargo, la realidad es bien diferente: la representación del colectivo LGTB+ en el cine en 2017 no llegó al 13%; y la mitad de estos personajes no tenían una presencia de más de cinco minutos en todo el film, según los datos de la GLAAD.

Pero, no solo hay que observar la cantidad de personajes LGTB+ en el cine en las últimas décadas, sino también ‘la calidad’ de estos. ¿De qué sirve que las películas pasen el Test de Vito Russo si después sus personajes no son diversos y están llenos de estereotipos que perpetúan una imagen errónea de las personas LGTB+? En muchas ocasiones un personaje homosexual o transexual llama la atención del espectador, aunque, probablemente no por lo bueno que es el papel, sino por los estereotipos a los que hace referencia.

Uno de los estereotipos más extendidos en el cine es la del ‘chico amanerado’. Caracterizar a un personaje con mucha pluma (tanto en gays como en lesbianas) es un recurso muy recurrente en el audiovisual. Si bien es cierto que en el cine aparecen más personajes gays que lésbicos, los chicos suelen ser muy femeninos (la ropa que usan es poco masculina, usan maquillaje y hablan en femenino, entre otras características).

Estereotipos cine LGTB+
Carol

Por su parte, las mujeres lesbianas que protagonizan escenas de algún que otro largometraje suelen ser representadas con las siguientes características: mujer fuerte, muy masculina, que viste con pantalón y camisa (de hombre normalmente, o, en su defecto, poco femenina). Además, las actrices se enfrentan a la sexualización constante, que en el caso de los personajes lésbicos también se da. Esta idea de la lesbiana fetiche es, cómo no, producto de una sociedad machista, que sexualiza a la mujer constantemente. Un ejemplo de ello se da en La vida de Adele (2013), pero también en películas de la época del destape español, como La caliente niña Julietta (1981).

Otro de los grandes estereotipos que han caracterizado a los personajes gays en el cine es el del ‘mejor amigo de la protagonista’ (que es heterosexual, obviamente). Esto ha hecho que muchas mujeres crean que los gays somos un complemento que les viene fenomenal. Es muy ‘progre’ decir que tienes amigos gays. Películas como La boda de mi mejor amigo, Sexo en Nueva York o Chicas Malas perpetúan este viejo estereotipo que lleva consigo implícito tintes machistas: la mujer no puede tener amigos (de sexo masculino) a no ser, claro está, que su amigo sea gay.

Estereotipos en el cine
Sexo en Nueva York

Otro de los recursos recurrentes en el cine con los que tiene que lidiar todo el colectivo LGTB+ hace referencia a los finales amargos. La gran mayoría de los personajes queer que aparecen en las grandes producciones audiovisuales acaban con un final trágico. El suicidio, los asesinatos (por LGTBIfobia principalmente) o el SIDA son las principales causas de muerte de los personajes LGTB+ en la narrativa audiovisual. Ejemplo de ello lo encarna la protagonista de La Calumnia (1961) o el de Philadelphia (1993), entre otrxs muchxs.

Pero, ¿qué ocurre con los personajes bisexuales? La mayoría de ellos son representados como lascivos. De hecho, un sector importante de la sociedad los ve así, por lo que no es de extrañar que los grandes productores también los representen de esta forma. Otro de los eternos estereotipos que suelen caracterizar a los protagonistas bisexuales es que son infieles por naturaleza. La mayoría de las ocasiones, lxs bisexuales se representan como mujeres y hombres casados (o con una relación estable) pero que son infieles a sus parejas con personas de su mismo sexo, como ocurre, por ejemplo, en Los chicos están bien (2010) o The Rocky Horror Picture Show (1975).

Los personajes transexuales tampoco se salvan de ‘la estereotipación’. Es cierto que películas como La chica danesa (2015), Una mujer fantástica (2018) o Todo sobre mi madre (1999) han servido de gran ayuda en la visibilización de lxs transexuales. Aún así, en el cine suele representarse a las transexuales como prostitutas y/o como elementos de burla, como en el caso de Resacón 2: ahora en Tailandia (2011). La relación de lxs transexuales con las drogas y la delincuencia son otros de los tópicos extendidos en esta clase de personajes.

Estereotipos en el cine LGTB+
Todo sobre mi madre

Cada vez hay más presencia del colectivo LGTB+ en el cine, y cada vez más los personajes gays, lésbicos, transexuales o bisexuales son los protagonistas de las grandes producciones cinematográficas. Sin embargo, la presencia de los estereotipos nos hace un flaco favor, ya que perpetúan caracteres, formas de ser, de vestir y de comportarnos que no siempre se ajustan a la realidad. Por eso debemos seguir luchando para que cada vez encontremos, tanto en cine, como en televisión, personajes LGTB+ más realistas, con los que poder sentirnos totalmente identificadxs.

Marcos del Toro

"Lo normal para una araña, es un caos para la mosca". Luchando, creciendo y aprendiendo cada día.

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