
Ema es una de las 21 películas que compiten por el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia, que se extenderá hasta el 7 de septiembre. El director chileno Pablo Larraín se adentra en la cara más sórdida de la naturaleza humana para retratarnos a una pareja atormentada a causa de una adopción fallida. Ema (María Di Girolamo) y Gastón (Gael García Bernal) acaban de rechazar a su hijo adoptivo, Polo, después de que este, con tan solo siete años, intentara quemar a su tía.
Con este planteamiento inicial, Larraín ha entrado en el Festival Internacional de Cine de Venecia para ganarse a la crítica y llevarse el ansiado León de Oro. El arrepentimiento de una madre que ha devuelto a su hijo adoptivo hace mella en la pareja protagonista. Ema, para superar el dolor, deja el baile clásico para unirse a un grupo de mujeres que bailan reguetón.
“Un tema clave es la familia, las nuevas familias, el nuevo orden, las familias de nuestro tiempo que son diferentes, familias del mismo sexo o familias con varios padres”, dijo Di Girolamo a Reuters en una entrevista. “Refleja lo que está sucediendo hoy. Como elemento simbólico, el fuego es importante en la película, como elemento de destrucción y creación. También refleja quién es Ema”, agregó.
