El cineasta marroquí Robin Campillo lleva la política al cine con ‘120 pulsaciones por minuto’, una de las películas LGTB más esperadas del año.
La política social es el tema central de 120 pulsaciones por minuto, el último largometraje del cineasta marroquí Robin Campillo (La clase, Planetarium) que optó a la Palma de Oro en Cannes y, finalmente, fue galardonada con el Gran Premio del Jurado del festival.
Considerada una obra maestra del cine actual, 120 pulsaciones por minuto reúne dos de los temas predilectos de Campillo: la desaparición de los seres queridos y la invasión de un cuerpo extraño. La película retrata la lucha de Act Up en los noventa para denunciar la hipocresía social y la ineficiencia política en un contexto marcado por la mortalidad a consecuencia del sida.
Act Up es la asociación militante americana originada en los ochenta y en cuya rama francesa el cineasta se ha inspirado para 120 pulsaciones por minuto. La participación de Campillo en este movimiento social dota de verosimilitud a un relato donde el espectador es capaz de experimentar la narración como un personaje más de la historia.
Gracias a la dirección de Campillo, la película es una historia global dividida en dos vertientes narrativas: histórica y personal. El amor es el gran protagonista de esta segunda narración, que mostrará a una pareja que se encuentra entre debates sociales y manifestaciones.
Al contrario de lo que podría parecer, 120 pulsaciones por minuto no es un drama. En la película se mezclan géneros y tendencias para narrar la historia que compone la que es considerada una de las películas más importantes del año, además de encontrarse entre los títulos más premiados del Festival de San Sebastián.
Fuente: Cine invisible
