
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Así deben sentirse los fans incondicionales de Gran Hermano, sorprendidos, con el giro que ha dado a su vida uno de los concursantes de sus últimas ediciones, Pol Badía, en lo que a su vida sentimental se refiere.
Lo vimos por primera vez en nuestras vidas hace tres años cuando entró en la casa de Guadalix de la Sierra como uno de los concursantes de GH 17. Este guaperas, que practica la lucha libre, mantuvo un idilio amoroso durante el reality con Adara, una de sus compañeras de concurso. La relación carpetera de la edición de la que hoy día no queda ni rastro.
Tres años después todos los titulares que hablan de Pol lo hacen para vincularlo sentimentalmente con otros chicos. Algo, que no podemos negarlo, ha descolocado a más de uno y una, que no han dudado en hablar de montaje. Sobre todo, por el tipo de relaciones que se le adjudican, al menos la más conocida hasta la fecha, con el vidente televisivo Maestro Joao.
Treinta años mayor que el ex Gran Hermano, el tarotista no ganó la última edición de Supervivientes, en la que destacó como el “vidente de los culos”, pero tras abandonar la isla lo hizo con un chulazo bajo el brazo. Y es que, como el propio Pol ha contado en una entrevista, se conocieron tras el reality. Al luchador le gustaba Joao como concursante y se decidió a hablarle por Instagram dando el pistoletazo de salida a una relación por la que apuestan muy pocos.
Es más, actualmente, aguas turbulentas se ciernen sobre los tortolitos, y no son las de los Cayos Cochinos en Honduras, ya que unas fotos en las revistas del cuore con Pol Badía besando al actor Fernando Tejero han desatado la tormenta. Ambos han negado que exista una relación, pero ahí están las fotos y los besos. Y un nuevo motivo para seguir hablando de este chico.
Homosexualidad o bisexualidad… Pol Badía prefiere definirse como “un moderno”. Aunque siempre ha estado con chicas, “a mí me gustan las personas y si veo la felicidad en una persona, me da igual que sea chico o chica”. Las etiquetas, explica en una entrevista, “son cosas del pasado y si ahora estoy con un chico no tengo por qué encasillarme como gay”.
“Si a día de hoy decido estar con un hombre, considero que no es una cuestión de salir del armario ni nada por el estilo. Soy una persona libre, moderna, hago lo que me apetece en cada momento y creo que es una experiencia más”.
Un discurso que, aunque con auras de modernidad, tiene algo de tufo del pasado y que a más de uno nos ha sonado. Por lo que, en esta ocasión, prefiero que me llamen superficial y quedarme en el físico del chico, entendiendo que Joao o Tejero hayan caído rendidos a sus encantos. Por lo que estaremos muy pendientes a Pol Badía y su amor de hombres.