
Hace unos días Jesús Vázquez compartía una foto en su cuenta de Instagram en la que afirmaba que la Operación Verano estaba ya en marcha. Viendo la tableta abdominal perfecta del presentador de televisión en la instantánea, creo que el resto de los mortales deberíamos haber empezado hace mucho tiempo y, aún así, no creo que lo alcanzáramos.

Y es que el presentador más omnipresente en la parrilla televisiva de Mediaset, después de Jorge Javier Vázquez, o antes, creo que he perdido la cuenta de los minutos de pantalla que ocupan ambos, está de lo más cañón, cuando hace dos años que sobrepasó los 50. Mucho mejor, dónde va a parar, que en sus años mozos, cuando aseguraba cantando que estaba a dos milímetros escasos de tu boca.
Yo ahora mismo firmaba un pacto con el diablo si éste me asegurase que cuando yo llegue a esa década, la de los 50, voy a estar la mitad de bien de lo que se encuentra este guapo gallego, del Ferrol, al que llevamos viendo en la televisión desde comienzo de la década de los 90. Mucho ha llovido desde aquellos programas La quinta marcha o Hablando se entiende la basca, ambos emitidos en Telecinco.
Desde entonces Jesús se ha colado en nuestras casas con formatos televisivos de mucho éxito, aunque también probó suerte en el mundo del cine, en aquellos años dorados de Telecinco, con la película Aquí el que no corre vuela, en el teatro, con La importancia de llamarse Ernesto, o la música, con A dos milímetros escasos de tu boca, trabajo con el que obtuvo disco de oro.
Pero, lo más importante, hemos vivido la salida del armario del presentador y el proceso para convertirse en todo un icono del movimiento gay y uno de los hombres más deseados del colectivo LGTBI, que a sus 52 años sigue defendiendo con bastante honor su trono. Y es que los tiempos cambian y desde 2005 Jesús está casado con su marido, Roberto Cortés, al que conoció cuatro años antes, siendo uno de los primeros matrimonios entre parejas homosexuales que se oficiaron en España.
Jesús Vázquez también puede presumir de ser el primero hombre español que se desnudó en la portada de la ya desaparecida revista Interviú. Y no nos referimos a aquellas fotos medio robadas y medio pactadas que se publicaron en la década de los 90 en la que disfrutamos del presentador en sus instantáneas más naturales, desnudo en una piscina de Madrid.
En esta portada, el 28 de junio de 2010, Día del Orgullo, el presentador lucía sin ropa, sólo con un antifaz sobre su rostro, y enseñando menos en su interior que en aquel reportaje de hace unas décadas. Y es que lo de sugerir y provocar se le ha dado siempre muy bien al presentador gallego, sin poder olvidarnos, para los que ya tengan un poco de memoria histórica, de aquel reportaje de la también desaparecida revista Zero, en la que Jesús Vázquez aparecía crucificado, con corona de espinas y un sudario, como Jesucristo, relatando su particular pasión.
Aunque lo suyo siempre ha sido la pequeña pantalla, dónde ahora podemos verlo presentando la versión española de Factor X, tras su paso por La Voz, Got Talent, Levántate, Operación Triunfo, Supervivientes o ¡Mira quien Salta!, entre un largo etcétera de programas de una trayectoria de vértigo, como el de los trampolines de este último programa.
Siempre es un gusto verlo, en televisión y en sus redes sociales, dónde, de vez en cuando se sigue dejando llevar por ese afán provocador y nos muestra los avances de su operación bikini. Y nosotros, de lo más contentos, aunque luego nos dé el bajón.