
El Mundial de Fútbol 2018 ha llegado a su fin y lo ha hecho con la Selección de Francia como campeona en una final en la que se medía a Croacia, imponiéndose por un contundente 4-2. Una selección muy interracial, con 14 futbolistas africanos, de los 23 convocados, entre los que nos ha llamado la atención él, el francés, medio españolizado, Lucas Hernández.
En una final de la Copa del Mundo no podíamos dejar de colarnos en los vestuarios de la selección francesa en busca de los futbolistas más sexys del país vecino. Y entre tanto músculo de color, ha brillado con luz propia Lucas, futbolista natural de Marsella y de 22 años de edad, que desarrolla su carrera profesional actualmente en España, en el Atlético de Madrid.
Y es que el chico, con esa mirada de joven promesa, lleva el deporte del balompié en su ADN, ya que es hijo de Jean-François Hernández, que jugó más de 300 partidos entre las ligas francesas y españolas, militando también en el equipo de su hijo, el Atlético, además de en el Rayo, dónde se retiró en el año 2002.
Aunque nació en Marsella, mientras su padre jugaba en el Olympique, con 11 años, en 2007, se incorporó en las filas de los infantiles del Atlético de Madrid. Por ello, el lateral izquierdo se siente más español que francés e, incluso, había manifestado que su deseo era poder haber jugado este Mundial con España. Pero, como se encuentra en trámites de obtener la nacionalidad, el reglamento de la FIFA se lo impedía.
Por ello, cuando el pasado mes de marzo el seleccionador galo anunció su convocatoria aceptó ponerse la camiseta de Francia para acudir a esta cita. Una decisión decisiva, ya que, gracias a ella, ahora celebra el título del Mundo, mientras que, de haber ido con España, hubiera disfrutado de la final desde casa.
Lucas ha sido toda una revelación esta temporada y se ha mostrado al mundo como un gran futbolista. En las filas del Atlético de Madrid se ha convertido en una figura imprescindible, gracias a su polivalencia, en el campo, ya que, aunque juega como lateral izquierda, también puede ejercer como central sin mayores problemas. Vamos, lo que es un futbolista de lo más versátil, en todos los aspectos.
Dejando lo futbolístico a un lado, lo que más nos gusta de Lucas Hernández es esa cara de chico malote, a la que no podemos resistirnos. Y es que nos pone lo malo, aunque Aitana y Ana War digan lo contrario y canten a los cuatro vientos que no se van a fijar en un chico malo. Pero nos pierde ese cuerpo fibrado, sin vello y con algún que otro tatuaje repartido por su anatomía. Aunque lo que más nos llama la atención, entre otros aspectos de su físico, son sus adorables orejas de soplillo y esa sonrisa que le ilumina el rostro y potencia su aún muy presente lado infantil.

Y, además, si eres de los malos, el chico viene por partida doble, ya que tiene un hermano, de 20 años de edad, de nombre Theo Hernández, también futbolista, que, para más inri, milita en el máximo equipo rival, el Real Madrid. Una calcomanía de Lucas, con el mismo físico, casi idéntico corte de pelo, las mimas orejas soplonas y su pasión por la tinta en el cuerpo a modo de tatuajes.
Así que doble motivo para celebrar y declarar a los cuatro vientos que nos gusta la familia Hernández y su pasión por el fútbol, pero, sobre todo, Luca Hernández, quien este fin de semana se ha convertido, por una parte, en campeón del mundo y, por otra, en el futbolista más sexy de la Selección de Francia en la final ante Croacia.