
En los últimos años son más las ficciones que cuentan con tramas y personajes LGTB+ como Chucky y su popularidad es cada vez mayor. Un claro ejemplo de este éxito es la serie Heartstopper, que se ha convertido en todo un fenómeno.
La ficción inglesa, basada en los cómics de Alice Oseman, narraba la historia de amor entre dos jóvenes estudiantes que en principio parecen muy diferentes. Nick, deportista y popular, y Charlie, que durante mucho tiempo ha preferido pasar los recreos encerrado en un aula para no sufrir acoso. Además la serie trata temas como las preferencias sexuales, el bullying y los problemas adolescentes.
Alejada de esta trama de chico conoce a otro chico, se hacen amigos y se enamoran está Chucky, que estrenó su segunda temporada la semana pasada en el canal SyFy. El protagonista es el joven Jake Wheeler (Zackary Arthur), un adolescente homosexual que no se relaciona demasiado bien con sus compañerxs de instituto, con gustos diferentes a los demás, adora el terror, los monstruos y los crímenes. Un chico que en principio nos puede recordar a Charlie de Heartstopper. La historia arranca con Jake comprando en un mercadillo un muñeco Good Guy, pero el muñeco está poseído por el asesino Charles Lee Ray, más conocido como Chucky.